viajando...

Hace unos años que la vida me puso a viajar y rodar por varios rincones donde fui encontrando muchos olores, sabores, gustos, religiones, filosofías, costumbres.

De todo esto la vida me enseño a rescatar lo que sirve para seguir mi viaje.

Tengo infinitos recuerdos de cada rincón, pero lo que aprendí y quisiera transmitir es que no tenemos que aferrarnos tanto a las cosas.

Es difícil llevarlo a cabo, sé que no nos hace fuertes, nos debilita tanto, que añoramos infinitamente tenerlo, haciendo que nos olvidemos donde estamos parados, y finalmente saber cual era nuestro objetivo.

En la lejanía daba cualquier cosa por la sonrisa de mi abuela, los ricos mates de mi vieja, las peleas tontas con mi hermana, la palabra justa de mi viejo… y tantas charlas de amigas.

Creo que no lo he perdido todo, sino que al regreso, año tras año en el encuentro la vida nos invita a querernos tanto!

Hoy ya soy mama, y quisiera inundar a mi hijo de tantas cosas, que sé que tengo… solo me queda esperar al momento justo.

De a poco quiero darle todo lo mas preciado que mis viejos me enseñaron, y mostrarle la vida desde mis colores, para que luego él descubra y elija los suyos.

Quiero llenarlo de sabores, los míos, mis preferidos, pero que obviamente de nuevo él erigirá.

Escribiré sobre: los gustos por lo sano, lo hecho a mano, el cuidar de las cosas y dejar de lado otras tantas que no nos hacen bien.

Ser feliz con lo esencial, no buscar imposibles, la felicidad es mucho mas sencilla de lo que creemos…

Evitar el egoísmo, ser fuertes de alma, permeable a los besos, y paciente de sonidos. Escuchar, siempre escuchar.

…“No corras hijo! Mami siempre estará con vos… no te apures en crecer. Disfruta de la vida en cada rayito de sol que la mañana nueva asome… no corras hijo mío.

Mamita siempre te espera… EMB”